Sinopsis:
Zoe fue despedida, le rebotó un cheque, se quedó corta con la renta y vendió su
sangre. Todo en una semana.
¿Cómo vendió su sangre? Seguro como la mierda que no era un centro de plasma. No, ella fue por todo y se dirigió al club de vampiros, Claret, para que le pongan los colmillos.
Ella no había contado con que el vampiro fuera más de seis pies de alto de dios vikingo y sensualidad. Arik puede poner sus colmillos en cualquier lugar en lo que a ella respecta.
¿El único inconveniente?
Uno de los vampiros que Arik engendró está molesto y quiere jugar con Zoe hasta que ella este muerta. ¿Puede Arik encontrarla antes de que su hijo de sangre decida que terminó de jugar con su comida y esté listo para quitarle un trozo?
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