Siempre he sido un luchador.
Más músculo que sentido, vivo para el ring, el olor del sudor, y el sabor de la sangre.
Pero nunca tuve nada por lo que pelear.
Hasta ahora.
Una mirada a Molly y quiero tumbarla en la lona, quitarle la ropa, e ir por diez rounds.
Quería hacerla gritar por la pasión y llamar a gritos mi nombre.
Ella es mi knockout.
¡Y ahora está embarazada!
Nunca supe lo que significaba tener algo por algo hasta ahora. No me detendré ante nada para protegerla y al bebé que iba a darme.
¡Me llaman La Bestia, pero está vez encontré a mi pícara, curvilínea e irresistible pareja!
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